martes, 27 de mayo de 2008

El necesario sabor de la polémica

Como puede leerse más arriba el santiaguero Reinaldo, editor de la revista Caserón de la UNEAC, periodista, poeta y, sobre todo, reconocido polemista, fue el primero en sumarse a la polémica sobre la relaciones de los pueblos y las metrópoli ofreciendo criterios que, afortunadamente, trascienden a la anécdota que motivó mi entrada inicial. El editor de la página web de la emisora CMHW, en un correo personal, me solicitó que no continuara con lo que le parece que pudiera ser una guerra de e mails. No tengo autorización para publicar sus palabras. No habrá guerra alguna. Sencillamente, en este blog seguiremos intercambiando opiniones acerca del tema planteado originalemnte. ¿Cuán buenas son las relaciones de las capitales de provincia con el resto de los municipios? ¿Es justo el tratamiento que nos dan?
Espero su opinión.

domingo, 25 de mayo de 2008

Sagua la Grande-Santa Clara: los descuidos de la metropoli.



A Manino Aguilera Hernández


De discordias inter-regionales puede contarse mucho. El mundo ofrece miles de ejemplos; en ocasiones dolorosos, como los de País Vasco sometido a los caprichos de España, o los de Puerto Rico renuente a comunicarse en inglés. Pero no voy a adentrarme en valoraciones sobre la política de estados extranjeros. Lo que motiva este comentario tampoco pone en riesgo la integridad de mi país porque, no es menos cierto que nuestra condición insular, de cierta forma, ha garantizado cierta homogeneidad entre los cubanos. Por suerte, tuvimos un Martí unificador, capaz de borrar las contradicciones regionales entre los caudillos de las guerras de independencia.

Hoy, aunque un habanero diga chancleta y un santiaguero, cutara, todos somos de aquí mismo y el amor por la patria se manifiesta de forma similar. Pero, ¡cuidado¡ que a fuerza de halar parejo para todos, podemos ignorar las singularidades de cada pueblo, ciudad, o región; los pequeños rasgos identitarios que alimentan el apego a la patria grande.

Hubo un tiempo, desafortunadamente no lejano, en que la historia local y regional, fueron borradas de los programas de estudio en las escuelas cubanas. Entonces a ningún niño se le hablaba de José Luis Robau, aún cuando la trascendencia del joven general mambí haya sobrepasadado los límites del territorio sagüero. Afortundamente, tuvimos la oportunidad de toparnos con personajes como el profesor Raúl Villavicecio Finalé -El Villa-, quien si hoy es reconocido como Historiador de Sagua la Grande, no es exclusivamente porque un decreto lo proclame, sino por su estudio y difusión de la historia local.

La ciudad de Sagua la Grande, distante a 48 kilómetros de Santa Clara, en sus orígenes no tuvo grandes vínculos con la capital de la de la actual provincia de Villa Clara. A los sagüeros les interesaba mucho más establecer relaciones con la solvente economía cienfueguera y con tal propósito extendieron las vías de su ferrocarril hasta Los Cruces, donde se enlazarían con las de la empresa de Cienfuegos. Hoy siquiera existe un camino de hierro directo entre la metropoli provincial y la Villa del Undoso, aún cuando la primera sí necesitó del puerto sagüero para recibir y exportar mercancías.

No es raro encontrar apellidos comunes en las ciudades de Sagua y Cienfuegos, así como en Cárdenas, Caibarién y otras localidades que -igualmente- estuvieron vinculadas a nuestra ciudad, o pertenecieron a la región histórica cuyo epicentro se encontraba junto al Undoso.

¿Podrán estos datos arrojar luz acerca de las actuales "diferencias" entre Santa Clara y Sagua? No es casual el entrecomillado. No puede hablarse de un enconado regionalismo de los sagüeros al estilo de Manzanillo. En definitiva, Santa Clara siempre fue la capital, pero "El gran pueblo provincial", como lo denominara Mañach, no podía rivalizar con la industrializada localidad norteña. Alguien un día me mencionó a la Carretera Central como un factor que impulsó el desarrollo de la Ciudad de Marta, pero -rispoté- Sagua tiene el Circuito Norte, fomentado precisamente por empresarios locales para facilitar la comunicación con La Habana.

Todavía se sorprende el visitante al comprobar cómo el centro histórico de Sagua, si bien no es tan grande, exhibe unbuen número de edificios altos. Le invito a algunos minutos por Santa Clara. Enumere cuántos edificios de más de dos niveles existen en las inmediaciones del parque Vidal. Busque un hotel tan majestuoso como el "Sagua", o por lo menos como el "Siglo veinte".

No pretendo seguir regodeándome en detalles que pudieran parecer algo infantiles, o que acrecentarían mi condición regionalista (cosa esta última que no me molesta demasiado). Más bien pretendo remitir al lector al análisis de lo que he llamado "descuidos de la metropoli". Visite la página de la emisora CMHW (http: cmhw.co.cu). Busque el acápite donde aparecen breves reseñas de los municipios villaclareños, observe las fotos que allí se muestran con las siguientes leyendas: "Glorieta del parque central", "Filial de Ciencias Médicas" y "Estación de ferrocarril". Ninguna, absoltutamente ninguna, es de Sagua. Reconozco que nuestro parque (central) La Libertad no tiene una glorieta así, aunque plazas no nos faltan. En cuanto a la filial de Ciencias Médicas, es más moderna y la estación de ferrocarril, ¡ni hablar! Tan sólo invito al lector a visitar genealogiadelnictalope.blogs para que compare nuestra estación con la que exhibe CMHW. Y que me perdone Remedios, la hermosa villa a la que corresponden las fotos de la web de la emisora provincial. No estamos necesitados los sagüeros de sus imágenes, tenemos las nuestras, suficientes para enorgullecer a "La tacita de plata", como bautizara Mañach a Sagua la Grande.

El ejemplo que acabo de enunciar pudiera parecer cosa simple, pero no. Es una nueva evidencia de que la capital provincial es quien dicta y proclama. Es quien reparte y concede beneficios. Ello no tiene nada que ver con las nobles políticas de desarrollo que la Revolución ha promovido. Más bien con la voluntad de algunos dirigentes que, como los del siglo XIX, hacían cualquier cosa por despojar a nuestra jurisdicción de sus territorios. Así sucedió, por ejemplo, con la localidad de Calabazar, pero la historia es justa: Hoy ese pueblo -aunque sin estatus de municipio- tiene el nombre de "Calabazar de Sagua".

Mis consideraciones coinciden con la voluntad de algunos expertos de que la división político-administrativa actual sea revisada. No aspiro a que se funde la provincia de Sagua la Grande. Tal vez Calabazar sí pudiera recobrar su condición de municipio. Pero nosotros tenemos derecho a aspirar a un tratamiento "diferenciado" del que recibe el pequeño Corralillo, o Manicaragüa. Vaya, que si el municipio montañoso recibe tres ómnibus nuevos, por qué Sagua no puede disponer de cuatro. ¿No los necesitaremos más acaso?

En cuanto a las fotos, por su falta de rigor, mejor será ignorar a la página de la CMHW, que cualquier búsqueda en Internet permite encontrar cientos de imágenes de la tacita de plata.

domingo, 11 de mayo de 2008

Sagua la Grande-Holguín-Gibara
























Intento satisfacer la petición de los buenos amigos que pidieron más fotos. Volví a Holguín, esta vez en las Romerías de Mayo y todavía les debo imágenes de Gibara. Por eso decidí hacer un ajiaco de todo. Aquí hay desde una curiosa imagen captada en la Autopista Nacional, hasta evocadores paisajes de la Villa Blanca gibareña.