jueves, 8 de diciembre de 2011

SAGUA LA GRANDE, MONUMENTO NACIONAL

Quedamos a la espera de la Resolución del Ministerio de Cultura, pero el centro histórico de Sagua la Grande ya es Monumento Nacional. Se trata de un privilegio del que gozan muy pocas ciudades, aún menos entre las fundadas durante el siglo XIX. Tal vez sean solo, además de la Villa del Undoso, Cienfuegos y Gibara.

Existen urbes, como Santa Clara, con áreas que ostentan esta condición. Sucede así con el entorno de los parques Vidal y El Carmen. Pero en el caso sagüero, hablamos de 34 manzanas que, como aquella ciudad descrita por Jorge Mañach en una crónica de los años veinte, está delimitada por la vía férrea y el río. El propio cauce del Undoso próximo al puente El Triunfo forma parte ya del patrimonio nacional, al igual que una pequeña porción del barrio San Juan, donde se halla el antiguo colegio de Los Jesuitas; por cierto, el sitio que acogió a los dirigentes de la huelga revolucionaria del 9 de abril de 1958.

La zona distinguida por la Comisión Nacional de Monumentos tiene como eje a la calle Martí, desde el puente hasta la estación. Por el sur, el límite está en General Lee, incluyendo la Cárcel Pública colonial; y por el norte, en Marta Abreu, aunque por el espacio cercano al río, se prolonga por todo el Malecón, hasta Enrique José Varona.

Tales límites no suponen que se ignoren otras edificaciones de gran valor patrimonial, o histórico, como el sanatorio de la Colonia Española, el puente Príncipe Alfonso o la casa natal de Wifredo Lam.

Es cierto que la imagen de nuestro centro histórico hoy por hoy no es la mejor y que causa enorme dolor el abandono de edificios como los de los hoteles Sagua y Paradero. La condición de Monumento Nacional dada al centro histórico no supone la solución inmediata de los daños que han causado las contingencias económicas y la desidia, a estos y otros inmuebles, pero evidencia –al menos- el interés de las más altas instancias estatales por preservar un conjunto de grandes valores ambientales y arquitectónicos.