domingo, 1 de febrero de 2009

BENNY MORÉ. ¡QUE BÁRBARO!


No tengo pruebas de que Benny Moré se haya presentado alguna vez en Sagua. Aunque no está tan lejos todavía la época que le tocó vivir al Bárbaro del Ritmo como para desestimar el testimonio de algunos sesentones que aseguran haberlo visto actuar, incluso, en el pequeño poblado de Sitiecito.

Sagua la Grande no figura en la amplia lista de localidades a las que el Benny les cantó. Aún así en la Villa del Undoso, como en cualquier parte de Cuba, perdura el recuerdo de ese artista excepcional.

Hoy desperté con esa “fiebre de ti”, esas “ansias vehementes” que, brotando de su garganta, constituyen gozo para el espíritu. Recuerdo a la poeta Fina García Marruz haciendo referencia a “su voz extrañamente delicada” y añade que “oíamos la muerte en aquel modo de decir ‘Vida’”.

Particularmente prefiero al Benny de los boleros. Está claro que también debemos considerar que, con el sonido de impecable de su jazz band, internacionalizó el son y acrecentó el delirio que el mambo causaba desde que Pérez Prado lanzó el Nuevo Ritmo.

La versatilidad del Sinsonte Lajero es innegable, pero yo prefiero acercar mis oídos a los requiebros de “Y hoy como ayer”, o a las certezas de “Te quedarás”, boleros de Pedro Vega y Alberto Barreto, respectivamente. También Benny fue un ocasional, pero certero compositor de temas cercanos a la temática amorosa. Valga mencionar “Dolor y perdón” y el menos conocido “Ahora son tan feliz”, que no son los únicos de un catálogo autoral nada desdeñable.

El bolero invita a la escucha atenta más que cualquier otro género. Aunque en el caso de nuestro homenajeado, siempre se produjo un fenómeno esbozado por Leo Brouwer: Sin importar de que género se tratara, los bailadores preferían quedarse quietos frente al estrado donde actuaba Benny para contemplar el espectáculo.

Era un fenómeno insólito en un país bailador como el nuestro. Es que el artista poseía lo que Lorca definía como un misterio que debe buscarse en la última habitación de la sangre: duende.

Cuba no ignora que en 2008 se cumplirán noventa años del nacimiento de Benny en Santa Isabel de las Lajas, un pequeño pueblo de la provincia de Cienfuegos que hoy sería totalmente desconocido si Moré no le hubiese dedicado una de sus composiciones.

Los medios de prensa revelan que el tributo, previsto de febrero a agosto, incluirá veladas artísticas en teatros y salones de baile que entremezclarán bolero, jazz, son, charangas y música folclórica para recordar al "Bárbaro del ritmo".

Para agosto, el mes de su nacimiento, el programa incluye el Festival Internacional "Benny Moré" y "un coloquio sobre la vida y obra" del músico. Además, se entregarán "reconocimientos" a figuras de la música popular cubana en el "Alí Bar", el club donde hizo historia en la década de 1950.

Según los organizadores, citados por la agencia española EFE, se materializarán iniciativas fuera del ámbito musical, como la de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, que comercializará una tarjeta telefónica con la imagen de Moré por su aniversario.

Cuando intentamos explicarnos el fenómeno que fue y es Maximiliano Moré, lo primero que se pone de manifiesto es su sello personalísimo. Algo que los dioses sólo conceden a un número reducido de artistas; llámense Bola de Nieve, o La Lupe, o Elena Burke….

Senobio Faget explica esto aludiendo a una terminología acuñada por el poeta Mario Benedetti: la teatralidad de la vida; lo que anda cerca de los sentimientos más auténticos de los seres humanos. Las canciones de su repertorio, nada ajena a las renovaciones que el movimiento del filin había impuesto desde la década del cuarenta, tocaron los registros de la sentimentalidad popular.

Hoy he despertado con la voz del Benny en los oídos. Me obsequiaron cinco discos con sus grabaciones de los años cincuenta. Escuchando “Fiebre de ti” hilvano mi propio homenaje. Nadie consigue superarlo. ¡Qué bárbaro suena este tipo a los noventa!

1 comentario:

Adrián Quintero Marrero dijo...

Tan pronto se acaba de publicar esta entrada El Nictálope (genealogiadelnictalope.blogspot.com), muy cerca de mí, me hace la observación: Benny Moré no le cantó a Sagua, pero sí a Isabela. Aunque no puede referir el título de la obra, al parecer poco conocido. ¿Algún lector pudiera ayudarnos?