domingo, 20 de julio de 2008

CAMAJUANÍ-SAGUA LA GRANDE: JUSTIFICADA NOSTALGIA POR EL SEÑORÍO FERROVIARIO


Al Fogonero Venegas


Había visitado el pueblo en otras ocasiones, pero esta vez me trazaría un itinerario más libre. Visitaría los lugares que seguramente no figurarían en las postales turísticas. Llegaría hasta la vieja estación, aquella de los tiempos infantiles a la que el tren arribaba en retroceso. Nunca entendí bien las razones. Incluso hoy, luego de hablar con no pocos viejos ferroviarios y con apasionados del camino de hierro como mi colega Ramírez Call, me cuesta trabajo reconstruir mentalmente un plano de este municipio villaclareño cubierto por un entramado de vías férreas.

En algunos sitios de Camajuaní, es posible descubrir el terraplén de la vía del otrora Ferrocarril de Sagua la Grande. Me llama la atención cómo existen cosas que se resisten a sucumbir ante la desidia o el acoso del tiempo, como si tuvieran la misión de esperar hasta que alguien cuente su historia. Eso experimento también ante el edificio con techo a dos aguas y tejas francesas de la vieja estación. Desde hace casi veinte años por allí no circule tren alguno, pero para Ramírez esta sigue siendo la ESTACIÓN. Lo otro, lo que está cerca del crucero de la carretera a Caibarién, no es más que un paradero.

La estación originaria tiene una privilegiada ubicación a pocas cuadras del parque. La rodea una explanada convertida hoy en plaza de recreo. Debió ser poderosa la empresa ferrocarrilera de Sagua para poseer tan amplio terreno. Sobre el color azul que antes cubría las paredes exhibe brochazos de cal, la que se la da a las edificaciones ruinosas. Una familia habita parte del local, pero el declive es apreciable. Los vitrales de las puertas han sido heridos por la piedra, el techo del andén amenaza con venirse abajo….¿Habrá que apurarse para escribir la historia?

Numerosas comunidades surgieron junto con las vías férreas: Jovellanos, Florida, Zaza del Medio….Ya hemos ofrecido pruebas de que fue este el caso de Camajuaní, en la provincia de Villa Clara, pero sí es cierto que tal y como sucedió también con Sagua la Grande el nuevo medio de transporte, facilitó el desarrollo de la comarca. En Camajuaní se unieron los ferrocarriles de Caibarién y la Villa del Undoso, y surgió una conexión ferroviaria aún vigente. Por cierto, el tren que cubre la ruta entre estas dos ciudades realiza el recorrido más largo de todo el país dentro una provincia, aproximadamente noventa kilómetros.

La enjundiosa Historia de la Villa de Sagua la Grande y su Jurisdicción de Antonio Miguel Alcover (Imprentas Unidas, Sagua la Grande, 1905) da cuenta de que en la penúltima década del siglo XIX un grupo de hombres de Camajuaní se entrevistó con el Señor Eugenio Moré, el Conde Moré (único habitante de Sagua que ha tenido semejante título) para propiciar que las paralelas de su compañía avanzarán veinticinco kilómetros al este de Encrucijada, cruzando los ríos Camajuaní y Sagua la Chica. Precisamente el puente sobre este último, inaugurado en 1890, causó la admiración de la prensa, que lo consideró uno de los más grandes bellos de la época en Cuba. La armazón de hierro, a la entrada de Vega Alta, permanece activa en la actualidad y, ciertamente, es uno de los primeros viaductos de ese tipo que se montaron en la Isla durante el siglo XIX.

Ya en pleno siglo veinte, una de las últimas grandes vías férreas construidas en Cuba, la Línea Norte de Cuba cruzó pocos kilómetros al sur de Camajuaní, estableciendo una pequeña estación en el sitio que se denominaría Crucero Tarafa, en alusión al magnate propietario de la empresa, que enlazó a Santa Clara con el próspero puerto de Nuevitas.

Son algunos de los principales elementos que dieron origen al nudo ferroviario que existió en esta tierra de valles y parrandas. En el presente las cosas han cambiado. Me pregunto si realmente hacía falta eliminar la línea que facilitaba el acceso a la vieja estación. La agroindustria azucarera para la cual fue creado el camino de hierro criollo transformó su derrotero. Costear la transportación de pasajeros en distancias medias o cortas es difícil; aunque confío en que crecerán las opciones para el viajero en Camajuaní, lo mismo con el tren de Sagua, con el de Caibarién, o Morón….Pero, qué sucederá con la vieja estación. La comparo con la de mi querida Villa del Undoso, activa pero igualmente desvencijada y entonces una sola razón aflora en la mente: Salvar estos edificios constituye un deber histórico. En ellos están las huellas de un devenir pueblerino, intrahistórico que este país, el único del Caribe que cuenta con ferrocarriles públicos, no debe eludir.

3 comentarios:

Maykel dijo...

Adrián, cuánto he disfrutado este breve itinerario por la vía antigua del ferrocarril de Sagua; sin embargo, debo informarte, como viajero honesto que soy, sobre el hallazgo de un gazapos en el camino de hierro; he de advertirte, pues no quisiera dejar tropiezos para los próximos viajeros:
José Eugenio Moré, el conde de Casa Moré, no fue la única persona con dignidad nobiliaria en la Villa de Sagua la Grande. Contemporáneo suyo fue el conde de Vallellano, el contribuyente más opulento de las arcas municipales entonces. A Vallellano encargaron los sagüeros la representación en la Junta de Información de 1866, y fue él quien solicitó personalmente a Isabel II el título de Real Villa para esta ciudad.
En el siglo XX también nació aquí Edelmira Sampedro, que luego sería conocida como condesa de Covadonga a causa de su matrimonio con el primogénito de Alfonso XIII.
Estoy seguro que hubo en Sagua otros nobles, pues no era raro en tiempos de la colonia que se vendieran títulos en beneficio de las arcas reales.
Ya ves, restablecida la verdad histórica, podemos continuar el viaje hacia el Sagua la Chica; puerta de acceso a Camajuaní es el inmenso puente, que en su tiempo, según atestigua Alcover, fue el más alto y majestuoso de toda la Isla...

Adrián Quintero Marrero dijo...

Agradezco este alto en el periplo ferroviario para tan válida aclaración. Subestimé un tanto a nuestra amada Villa del Undoso, pero me enorgullezca de contar con tan veraz corrector.

PEPE DIAZ. dijo...

QUE BONITA HISTORIA..........MUY INTERESANTE..........GRACIAS AMIGO........AMAMOS NUESTRO PUEBLO POR SOBRE TODAS LAS COSAS Y TIEMPOS..................DIOS PROTEJA AMERICA.