Del primero al cuatro de noviembre próximo se celebrará en Yaguajay, provincia de Sancti Spiritus, el IV Encuentro La Radio en la Comunidad
De derecha a izquierda, el periodista santiaguero Reynaldo Cedeño Pineda y los realizadores Carlo Figueroa y Adrián Quintero tomando un descanso durante las sesiones del jurado del encuentro La Radio y la Comunidad el pasado año
Ahora a las emisoras pequeñas se les asocia con el término comunitaria. Los teóricos han dicho que las emisoras comunitarias, generalmente, son operadas por personal no profesional y que surgen de manera espontánea en el seno del pueblo. Ello, de cierta forma, contradice las características de una radio estatal. Pero si salvamos los escollos que, en relación con estructuras y programación, se dictan en La Habana sin tener en cuenta los intereses específicos de cada pueblo, nuestra radio tendría un matiz mucho más comunitaria.
De todos modos hoy podemos hablar de magníficos ejemplos de proyectos y estaciones que han logrado estar muy cerca de su gente, como “Hombres de mar”, que por muchos años mantuvo en el aire Radio Caibarién. Surgió como iniciativa exclusiva de la Villa del Blanca. Por suerte a ningún especialista de la Dirección de la Radio Cubana se le ha ocurrido legislar que las emisoras del litoral, tengan espacios de este tipo. Las obras de arte hechas o por encargo o disposición oficial casi nuca rinden buenos frutos.
En las emisoras pequeñas está la verdadera universidad de la radio. “El que quiera aprender a hacer programas que venga para acá”, me dijo una veterana compañera de Radio Sagua el día que permaneció una hora rebobinan do cintas manualmente porque las máquinas reproductoras estaban defectuosas. Recuerdo que, cuando la planta tenía sólo dos estudios y trasmitía 18 horas diarias, permaneció siete días con un estudio inhabilitado por problemas técnicos. Aún así los artistas se las ingeniaron para mantener en el aire todos los programas.
En Yaguajay, un pueblito de la Llanura del Norte de Las Villas famoso nada más que por el amor de sus hijos y por el histórico combate que libró allí Camilo Cienfuegos poco antes del triunfo revolucionario, existe una humilde emisora con un solo estudio que trasmite cinco seis horas diarias. Imagine usted un local de cinco por cinco metros. Hoy los colegas de Yaguajay ni siquiera tienen eso. Laboran a pie de obra, cerca del polvo y los escombros, hasta tanto su sede crezca y se adecue a lo que necesiten.
A pesar de todo no les ha faltado entusiasmo para organizar el único encuentro de emisoras comunitarias que se celebra en Cuba. Yosdany, Yamilet y otros soñadores apoyados por la Asociación Hermanos Saiz y la Dirección de la Radio en Sancti Spiritus, organizan la cuarta edición del encuentro La Radio y en la Comunidad, una cita a la que están convocados realizadores de las 93 emisoras municipales que surcan el éter en Cuba.
Mi relación íntima con la radio no nació al fragor de las grandes emisoras capitalinas, ni siquiera en una cadena provincial. La radio que yo amo es grande sólo por la magnitud de sus pretensiones. Porque el tamaño de los sueños no está avalado por el poder de los recursos técnicos o la cantidad de artista contratados.
Una de las tantas cosas por las que amo a este medio es precisamente porque permite hacer un buen programa con escasos recursos. En Cuba, los festivales nacionales de la radio, han demostrado cómo pequeñas plantas asentadas en sitios como Colón, San José de las Lajas, o Güines, han sido capaces de acaparar galardones en modalidades que tradicionalmente han precisado de los recursos y las fuentes de que se dispone en las grandes ciudades, como los informativos y los musicales.
Ahora a las emisoras pequeñas se les asocia con el término comunitaria. Los teóricos han dicho que las emisoras comunitarias, generalmente, son operadas por personal no profesional y que surgen de manera espontánea en el seno del pueblo. Ello, de cierta forma, contradice las características de una radio estatal. Pero si salvamos los escollos que, en relación con estructuras y programación, se dictan en La Habana sin tener en cuenta los intereses específicos de cada pueblo, nuestra radio tendría un matiz mucho más comunitaria.
De todos modos hoy podemos hablar de magníficos ejemplos de proyectos y estaciones que han logrado estar muy cerca de su gente, como “Hombres de mar”, que por muchos años mantuvo en el aire Radio Caibarién. Surgió como iniciativa exclusiva de la Villa del Blanca. Por suerte a ningún especialista de la Dirección de la Radio Cubana se le ha ocurrido legislar que las emisoras del litoral, tengan espacios de este tipo. Las obras de arte hechas o por encargo o disposición oficial casi nuca rinden buenos frutos.
En las emisoras pequeñas está la verdadera universidad de la radio. “El que quiera aprender a hacer programas que venga para acá”, me dijo una veterana compañera de Radio Sagua el día que permaneció una hora rebobinan do cintas manualmente porque las máquinas reproductoras estaban defectuosas. Recuerdo que, cuando la planta tenía sólo dos estudios y trasmitía 18 horas diarias, permaneció siete días con un estudio inhabilitado por problemas técnicos. Aún así los artistas se las ingeniaron para mantener en el aire todos los programas.
En Yaguajay, un pueblito de la Llanura del Norte de Las Villas famoso nada más que por el amor de sus hijos y por el histórico combate que libró allí Camilo Cienfuegos poco antes del triunfo revolucionario, existe una humilde emisora con un solo estudio que trasmite cinco seis horas diarias. Imagine usted un local de cinco por cinco metros. Hoy los colegas de Yaguajay ni siquiera tienen eso. Laboran a pie de obra, cerca del polvo y los escombros, hasta tanto su sede crezca y se adecue a lo que necesiten.
A pesar de todo no les ha faltado entusiasmo para organizar el único encuentro de emisoras comunitarias que se celebra en Cuba. Yosdany, Yamilet y otros soñadores apoyados por la Asociación Hermanos Saiz y la Dirección de la Radio en Sancti Spiritus, organizan la cuarta edición del encuentro La Radio y en la Comunidad, una cita a la que están convocados realizadores de las 93 emisoras municipales que surcan el éter en Cuba.
3 comentarios:
Adrián , hermano, gracias por tu generosidad. Esa fotografía me trae recuerdos de mi paso por Yaguajay, un lugarq ue conozco gracias al radio. Gracias a la radio y a los amigos he conocido a media Cuba,las capitales de provincias y las ciudades encantadas más dentro como Sagua.
Ya sé que el camino de hierro te atrae. Habrá otras historias.
este abrazo siempre.
Y esas fotos tuyas con la Legrá y Solás valen un Potosí... u otra moneda de valor, que Maykel debe saber si Sagua acuñaba monedas
Adrián , hermano, gracias por tu generosidad. Esa fotografía me trae recuerdos de mi paso por Yaguajay, un lugarq ue conozco gracias al radio. Gracias a la radio y a los amigos he conocido a media Cuba,las capitales de provincias y las ciudades encantadas más dentro como Sagua.
Ya sé que el camino de hierro te atrae. Habrá otras historias.
este abrazo siempre.
Y esas fotos tuyas con la Legrá y Solás valen un Potosí... u otra moneda de valor, que Maykel debe saber si Sagua acuñaba monedas
Adrián , hermano, gracias por tu generosidad. Esa fotografía me trae recuerdos de mi paso por Yaguajay, un lugarq ue conozco gracias al radio. Gracias a la radio y a los amigos he conocido a media Cuba,las capitales de provincias y las ciudades encantadas más dentro como Sagua.
Ya sé que el camino de hierro te atrae. Habrá otras historias.
este abrazo siempre.
Y esas fotos tuyas con la Legrá y Solás valen un Potosí... u otra moneda de valor, que Maykel debe saber si Sagua acuñaba monedas
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